Los impactos ambientales #ConFrijolitos

por Emiliano Detta    

Imagen de invisiblepower en Pixabay 

No hay nada que me ponga más de malas que cuando alguien va por ahí diciendo que su producto es ecológico y no tiene emisiones. Esto no es cierto. Todo producto que se vende en las tiendas o proyecto que se emprende consume recursos y por lo tanto tiene un impacto ambiental. Por ejemplo, un pañal "ecológico" de tela tiene emisiones, ya que se usaron recursos para su fabricación y en cada lavada usamos agua. Esto no quiere decir que no usemos pañales ecológicos. La cuestión es si los productos que compramos o los proyectos que hacemos tienen menos o más impacto ambiental que otros y si es posible mitigar o reducir esos impactos con otras acciones que emprendamos. Por ejemplo, si usamos pañales normales hay que considerar que estos son hechos de combustibles fósiles y además no los podemos reciclar. Es decir, es difícil mitigar sus emisiones. En cambio los pañales de tela pueden usarse varias veces y el agua que se usa para lavarlos se puede reusar si la limpiamos.

En este blog quisiera profundizar en este aspecto y hablarles de dos formas de medir los impactos ambientales tanto para productos como para proyectos. 

1. El análisis de ciclo de vida para productos o servicios

Esta metodología mide los impactos de la "cuna hasta la tumba". Es decir todos los impactos que se tienen en la vida del producto o el servicio tanto directos como indirectos. Por ejemplo, como hemos dicho en otros blogs el producir una unidad de energía eléctricasolar contamina 25 veces menos que una unidad de energía eléctrica a base de carbón. En este estudio se asume que para producir y transportar los paneles usamos energía que en parte es contaminante y es por esto que la energía solar puede tener emisiones. Sin embargo, la energía solar tiene el beneficio de que es renovable. Es decir que mientras tengamos sol pues vamos a seguir teniendo energía para aprovechar. Además los paneles se pueden reciclar y su producción puede venir de energía más limpia lo que significa que con buenas prácticas podríamos disminuir aún más sus impactos ambientales. Esto no es así para el carbón que se nos va a acabar y cuya tecnología nos presenta pocas opciones para reducir sus emisiones. 

2. Medir el impacto de proyectos: Estudio de impacto ambiental 

Cuando emprendemos un proyecto este también genera impactos ambientales. Por ejemplo, si construímos una central eléctrica solar la producción de los materiales necesarios y su transporte tiene consecuencias negativas para el ambiente. Si talamos la mitad de la selva para instalar esta planta estas consecuencias se magnifican. Por esto existen los estudios de impacto ambiental. Estos nos permiten analizar distintas opciones y alternativas para mitigar las consecuencias negativas de nuestros proyectos. Por ejemplo, podemos decidir construir una planta solar en el desierto. Aquí hay que cuidar a las plantas desérticas y a los animales de la zona como las serpientes de cascabel. Podemos mitigar este impacto negativo migrando estas plantas y animales a otra zona además de reforestar. Una opción aún mejor es construir esa planta solar en nuestros techos donde prácticamente no vamos a afectar la vida silvestre que nos rodea.  

Vivimos en un planeta donde nuestras acciones afectan al medio ambiente cada vez más. Tenemos que ampliar nuestra conciencia y considerar a la naturaleza en nuestras decisiones. Afortunadamente tenemos herramientas que nos ayudan a hacer esto solamente tenemos que usarlas y tomarlas en serio.