¿Qué pasa con los bosques mexicanos? #ConFrijolitos

 por Citlali Cortés


Los bosques mexicanos son ecosistemas muy dinámicos en los que pasa mucho en muchas dimensiones. Por ejemplo, pasan eventos que los transforman a lo largo del tiempo, como incendios, inundaciones o ventiscas; también pasan animales que los usan como corredores para moverse a lo largo de paisajes o extensas regiones del país. En México hay muchos tipos de bosques: desde bosques de montaña hasta selvas altas, manglares y selvas secas; todos son importantes reservas de biodiversidad en las que se mantienen procesos ecológicos y evolutivos que son la base de la vida en el planeta.


La gente dependemos de los bosques de forma directa e indirecta: hay quienes todos los días van al bosque para extraer plantas, animales u hongos que les permiten complementar sus dietas o adornar sus casas y sitios de culto religioso. También hay quienes hacen de los bosques su forma de vida, al trabajar en convertir a los árboles en madera que se usa para producir papel, materiales de construcción y empaque y otros que son de gran importancia para las sociedades locales y para la economía nacional. Para quienes vivimos en las ciudades, los bosques son nuestra fuente de agua, aire limpio, sitios de recreación y otros servicios. 


Los bosques en México tienen un marco legal propio y complejo, que es el que busca regular lo que pasa o no pasa en ellos. En el Artículo 27 de la Constitución se establece que la nación tiene el derecho de reglamentar el uso y conservación de los bosques buscando el beneficio público. A partir de este Artículo se deriva una ley reglamentaria, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y su Reglamento, en el que se establecen los principios que permiten “regular y fomentar el manejo integral y sustentable de los territorios forestales” así como distribuir las responsabilidades para su manejo entre la federación, los estados, municipios y las alcaldías de la Ciudad de México.


En los bosques de México, además, pasa algo que es muy particular y único: el manejo forestal comunitario. Esta forma de aprovechar el bosque por ejidos y comunidades es única en el mundo, asociada a condiciones históricas y estructurales muy particulares, por un lado, pero también a años de luchas por recuperar el control de los bosques. En la actualidad existen Empresas Forestales Comunitarias a lo largo y ancho del país, dedicadas principalmente a la extracción y transformación de madera pero también a actividades como el ecoturismo, la producción y comercialización de plantas raras como orquídeas y productos como agua purificada. En años recientes, en algunas de estas empresas se abren espacios laborales que típicamente eran ocupados por hombres y ahora también son ocupados por mujeres, lo que genera cambios en términos de distribución del ingreso y la toma de las decisiones en las familias y también en las estructuras de gobernanza propias de las comunidades.


En los bosques pasan muchas cosas, ¡hay que cuidarlos y quererlos! 

Bosque ejidal en Durango

Bosque ejidal en Puebla

Bosque ejidal en Quintana Roo

Bosque comunitario en Oaxaca

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